Desear el control de la vida de otra persona no es amor, es egoísmo.
Curiosamente para un enorme número de personas tener una pareja es un sinónimo de controlar. Muchas parejas basa su relación en el control, y aunque para muchos esto sea ridículo para muchos otros es un estilo de vida y les gusta llevarlo.
Y no siempre es porque les guste llevar un estilo de vida como éste sino que no conocen otro y probablemente no saben de que se puede vivir sin el control de otra persona.
Se llega a confundir el amor con egoísmo o narcisismo, cuando el amor debería de ser bilateral y sentir complacencia al lograr que la otra persona se sienta bien con lo que hacemos.