Ninguna buena acción queda sin castigo…
Esta frase la dice Raymond Reddington, personaje de la serie de The Blacklist, serie que me gusta y veo.
Las buenas acciones también tienen consecuencias, y no siempre son recompensa como nos hacen creer. Sostener de que hacer el bien para recibir bien es una falacia. Te lo plantearé en un ejemplo.
Juan y Pedro son amigos, Juan sabe lo importante que es para Pedro ir a ver a su madre el fin de semana porque está enferma. El caso es que no tiene dinero y está muy preocupado.
La buena acción aquí impulsaría a Juan a prestarle su vehículo, sin embargo esta buena acción conduce a múltiples variables. Gastará combustible, el recorrido aunque no sea notorio también implica un gasto de la maquina, Juan no tendrá transporte el fin de semana por lo que si va salir tendrá que pagar taxi o autobús.
Además, si Pedro tuviera un descuido el vehículo podría sufrir daños, desgastes fuertes o quedar inservible. En el peor de los casos Juan perderá su auto.
Todo esto resume a que: Ninguna buena acción queda sin castigo.